Gestión de la Capacidad

La Gestión de la Capacidad es la encargada de que todos los servicios TI se vean respaldados por una capacidad de proceso y almacenamiento suficiente y correctamente dimensionada.

Sin una correcta Gestión de la Capacidad, los recursos no se aprovechan adecuadamente y se realizan inversiones innecesarias que acarrean gastos adicionales de mantenimiento y administración. O aún peor, los recursos son insuficientes con la consecuente degradación de la calidad del servicio.

Entre las responsabilidades de la Gestión de la Capacidad se encuentran:

  • Asegurar que se cubren las necesidades de capacidad TI tanto presentes como futuras.
  • Controlar el rendimiento de la infraestructura TI.
  • Desarrollar planes de capacidad asociados a los niveles de servicio acordados.
  • Gestionar y racionalizar la demanda de servicios TI.

Entre las responsabilidades de la Gestión de la Capacidad se encuentran:

  • Asegurar que se cubren las necesidades de capacidad TI tanto presentes como futuras.
  • Controlar el rendimiento de la infraestructura TI.
  • Desarrollar planes de capacidad asociados a los niveles de servicio acordados.
  • Gestionar y racionalizar la demanda de servicios TI.

La Gestión de la capacidad es la encargada de planificar la capacidad y recursos necesarios para la prestación de los servicios TI: Elaborando un plan de capacidad que recoja las necesidades actuales y futuras de capacidad, modelando, simulando o reproduciendo diferentes posibles escenarios para realizar previsiones realistas de capacidad.

La Gestión de la capacidad supervisa y es la responsable de: Medir el rendimiento de la infraestructura informática y asegurar que la capacidad se adecua a los requisitos establecidos en los SLAs.

La gestión de la demanda tiene como objetivo racionalizar el uso de la infraestructura TI, redistribuir los recursos y planificar la demanda a medio y largo plazo.  

La Base de Datos de la Capacidad CDB, debe registrar toda la información relativa a la capacidad (planes y auditorías de capacidad e informes de rendimiento).   

Ahora bien…Continuando con la explicación de los procesos que apoyan la Gestión de la Capacidad. Como resultado de la monitorizacion y analisis, la Gestión de la Capacidad puede solicitar cambios y para ello debe elevar una solicitud de cambio RFC a la gestión de cambios, supervisar los resultados del cambio y dar su aprobación a la gestión del cambio para proceder al cierre. 

El objetivo primordial de la Gestión de la Capacidad es poner a disposición de clientes, usuarios y del propio departamento TI los recursos informáticos necesarios para desempeñar de una manera eficiente sus tareas y todo ello sin incurrir en costos desproporcionados. Para ello, la Gestión de la Capacidad debe:

  • Conocer el estado actual de la tecnología y previsibles futuros desarrollos.
  • Conocer los planes de negocio y acuerdos de nivel de servicio para prever la capacidad necesaria.
  • Analizar el rendimiento de la infraestructura para monitorizar el uso de la capacidad existente.
  • Realizar modelos y simulaciones de capacidad para diferentes escenarios futuros previsibles.
  • Dimensionar adecuadamente los servicios y aplicaciones alineándolos a los procesos de negocio y necesidades reales del cliente.
  • Gestionar la demanda de servicios informáticos racionalizando su uso.

Ahora vamos a ver las Entradas, Subprocesos y Salidas del proceso de Gestión de la capacidad: 

La gestión de la capacidad necesita conocer las necesidades de los clientes, las perspectivas de negocio, los Niveles de Servicios y avances tecnológicos. Para de esta manera, entregar la capacidad necesaria que soporte los servicios y brinde funcionalidad y garantía al procesos de negocio. 

El proceso de Gestión de la Capacidad se subdivide en tres subprocesos que estudian la capacidad desde el punto de vista del negocio, de los clientes y de los recursos necesarios.  

¿Cuales son los principales beneficios de la Gestión de la Capacidad? A continuación se listan los beneficios más sobresalientes en el proceso: 

  • Se optimiza el rendimiento de los recursos informáticos.
  • Se dispone de la capacidad necesaria en el momento oportuno, evitando así que se pueda resentir la calidad del servicio.
  • Se evitan gastos innecesarios producidos por compras de “última hora”.
  • Se planifica el crecimiento de la infraestructura adecuándolo a las necesidades reales de negocio.
  • Se reducen de los gastos de mantenimiento y administración asociados a equipos y aplicaciones que han quedado obsoletos o son innecesarios.
  • Se reducen posibles incompatibilidades y fallos en la infraestructura informática.

En la implementación de una adecuada política de Gestión de la Capacidad, nos podemos encontrar con algunas dificultades, las más comunes son: 

  • Información insuficiente para una planificación realista de la capacidad.
  • Expectativas injustificadas sobre el ahorro de costes y mejoras del rendimiento.
  • Insuficiencia de recursos para la correcta monitorización del rendimiento.
  • Infraestructuras informáticas distribuidas y excesivamente complejas en las que es difícil un correcto acceso a los datos.
  • La rápida evolución de las tecnologías puede obligar a una revisión permanente de los planes y escenarios contemplados.

Son tres las principales actividades de la Gestión de la Capacidad: 

  • Desarrollo del Plan de Capacidad y modelado de diferentes escenarios de capacidad.
  • Monitorización de los recursos de la infraestructura TI.
  • Supervisión de la capacidad y administración de la Base de Datos de la Capacidad (CDB) contenida en el Sistema de Información de Gestión de la Capacidad (CMIS).

A continuación vamos a describir  cada una de ellas en las siguientes diapositivas.

La elaboración del Plan de Capacidad es la tarea principal de la Gestión de Capacidad.

El Plan de Capacidad recoge:

  • Toda la información relativa a la capacidad de la infraestructura TI.
  • Las previsiones sobre necesidades futuras basadas en tendencias, previsiones de negocio y SLAs existentes.
  • Los cambios necesarios para adaptar la capacidad TI a las novedades tecnológicas y las necesidades emergentes de usuarios y clientes.

El Plan de Capacidad debe incluir información sobre los costes de la capacidad actual y prevista. Esta información es indispensable para que la Gestión Financiera pueda elaborar los presupuestos y previsiones financieras de manera realista.

Un aspecto esencial de la Gestión de la Capacidad es el de asignar recursos adecuados de hardware, software y personal a cada servicio y aplicación.

El correcto dimensionamiento requiere que la Gestión de la Capacidad disponga de información fiable sobre:

  • Los niveles de servicio acordados y/o previstos (SLAs).
  • Niveles de rendimiento esperados.
  • Impacto de la aplicación o servicio en los procesos de negocio del cliente.
  • Márgenes de seguridad y disponibilidad.
  • Informes de monitorización de los niveles de servicio.
  • Costes asociados a los equipos de hardware y otros recursos TI necesarios.

En la fase de diseño de un servicio, la Gestión de la Capacidad asegura que se dispondrá de la capacidad necesaria para llevar el proyecto a buen término. Una vez se ha puesto en marcha el servicio, también es la encargada de analizar las tendencias de uso y prever las necesidades futuras.

Es relativamente frecuente que se obvien aspectos relativos al correcto dimensionamiento de una aplicación debido a expectativas injustificadas sobre la tecnología. Se puede caer en el equívoco de que los costes asociados a la capacidad se limitan a la compra de más servidores, o más espacio de almacenamiento, etc… olvidando que sistemas más complejos implican unos mayores gastos de mantenimiento y administración.

La Gestión de la Capacidad es un proceso continuo e iterativo que monitoriza, analiza y evalúa el rendimiento y capacidad de la infraestructura TI y con los datos obtenidos optimiza los servicios o eleva una solicitud de cambio (RFC) a la Gestión de Cambios.

Tanto la información obtenida en estas actividades como la generada a partir de ella por la Gestión de la Capacidad se almacena y registra en la Base de Datos de la Capacidad (CDB).

En la actividad de supervisión de la capacidad. La Monitorización tiene como objetivo principal asegurar que el rendimiento de la infraestructura informática se adecua a los requisitos de los Acuerdos de Nivel de Servicios (SLAs). La monitorización debe incluir, además de aspectos técnicos, todos aquellos relativos a licencias y otras cuestiones de carácter administrativo.

En el análisis y supervisión, los datos recogidos deben ser analizados para evaluar la conveniencia de adoptar acciones correctivas tales como petición de aumento de la capacidad o una mejor Gestión de la Demanda.

En la actividad de supervisión de la capacidad. Optimización y Cambios, si… hemos optado por solicitar un aumento de la capacidad, se elevará una petición de cambio (RFC) a la Gestión de Cambios para que se desencadene todo el proceso necesario. La Gestión de la Capacidad prestará su apoyo en todo el proceso y será corresponsable, junto a la Gestión de Cambios, de asegurar que el cambio solicitado cumpla los objetivos previstos.

La Base de Datos de la Capacidad (CDB) debe cubrir toda la información de negocio, financiera, técnica y de servicio que reciba y genere la Gestión de la Capacidad. Idealmente la CDB debe estar interrelacionada con la Base de Datos de Gestión de la Configuración (CMDB) para que esta última ofrezca una imagen integral de los sistemas y aplicaciones con información relativa a su capacidad. 

Es imprescindible elaborar informes que permitan evaluar el rendimiento de la Gestión de la Capacidad. La documentación elaborada debe incluir información sobre:

  • El uso de recursos.
  • Desviaciones de la capacidad real sobre la planificada.
  • Análisis de tendencias en el uso de la capacidad.
  • Métricas establecidas para el análisis de la capacidad y monitorización del rendimiento.
  • Impacto en la calidad del servicio, disponibilidad y otros procesos TI.

El éxito de la Gestión de la Capacidad depende de algunos indicadores clave, entre los que se encuentran:

  • Correcta previsión de las necesidades de capacidad.
  • Reducción de los costes asociados a la capacidad.
  • Más altos niveles de disponibilidad y seguridad.
  • Mayor satisfacción de los usuarios y clientes.
  • Cumplimiento de los Acuerdos de Nivel de Servicio, SLAs.